Trastorno Límite de Personalidad

Definitivamente la Salud Mental está de moda, lo cual no está nada mal. Sólo falta que nuestros políticos se dén por enterados y entierren el hacha de guerra a la hora de legislar y de dotar de presupuesto a los sistemas públicos de salud.

Porque si hay un aspecto de la Sanidad que sólo un sistema público de salud puede abordar correctamente es la Salud Mental. La Sanidad privada, aparte de algunas organizaciones sin ánimo de lucro tanto civiles como religiosas y algunos profesionales con vocación de servicio público, está claramente orientada al lucro, y no sólo eso, sino que busca el beneficio a corto plazo, y cuanto más mejor. Y las inversiones en Salud Mental nunca darán réditos a corto plazo (salvo a costa de empeorar las condiciones de vida de los "clientes" y empleados).

Y tras esta disquisición, presento dos artículos publicados en The Conversation y dedicados al Trastorno Límite de Personalidad, un trastorno que a menudo ha pasado desapercibido por poco comprendido y poco conocido. El primero se refiere a los enfermos y el entorno familiar.

Como se dice en el primero:

Se caracteriza por una alta dificultad para gestionar las emociones. Como consecuencia, las personas afectadas tienen dificultades para controlar los impulsos, además de mostrarse frecuentemente inestables y muy irritadas. Cuando se prolongan en el tiempo, sus patrones conductuales llevan a interacciones muy conflictivas con otras personas.

Este grupo de trastornos tiene una incidencia de más de un 10 % en la población general. Y son muchos los profesionales de la salud mental que opinan que el TLP es el trastorno de la personalidad más complejo y también el más grave. 

Fuente: The Conversation

El segundo artículo se centra más en los aspectos terapéuticos y en la recuperación:

Para las personas que padecen TLP es importante aprender a aplicar en su día a día técnicas de gestión de la ansiedad, la impulsividad y las crisis aprendidas en el grupo psicoterapéutico y conocer a otras personas con el mismo trastorno con quienes compartir el aprendizaje.

Para ellas es fundamental porque lo perciben como un soporte que les ayuda a seguir el camino de la recuperación. 

Fuente: The Conversation

 


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