Anorexia: la culpa NO ES de los padres

Hoy, 9 de julio, el diario Levante ha publicado un artículo espeluznante. Espeluznante porque relata un suicidio de una niña de 17 años, cuyos padres no consiguieron que el sistema reaccionara y tomara las riendas del problema de su hija.

La anorexia es un problema de salud mental muy grave, y cargar la responsabilidad de gestionarlo sobre los hombros de los padres es de una irresponsabilidad supina.  

Y es, también, un problema de organización. De la atención que se le presta a la salud mental, y a las enfermedades que entrañan un riesgo de suicidio real. No puede ser que un hospital deniegue un informe que hubiera podido salvar a la niña. No puede ser que la vida de una persona quede en manos de un profesional de un hospital que no esté suficientemente cualificado, y que ni siquiera sea capaz de emitir un informe que permita que otra institución se haga cargo por razones de urgencia.

Si la familia pide ayuda, como es este caso, querer quitarse la responsabilidad de encima diciendo que los intentos y deseos de suicidarse de un joven son "llamadas de atención" que debe gestionar la familia es criminal.

Para tratar de llegar a un tratamiento adecuado lo antes posible, la familia Martínez también recurrió a centros privados especializados en trastornos de la conducta alimentaria (TCA) pero "estaban absolutamente saturados. Tenían una lista de espera de unas seis semanas", periodo que se hubiese podido acortar si "nos hubiesen facilitado un informe de emergencia desde el hospital. No quisieron. Pese a que el primer psicólogo que la trató en el hospital indicó que no podíamos esperar más". 

Puedes leer el artículo completo aquí: Diario Levante o también a esta versión para leer, si no tienes acceso

 



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